jueves, 29 de julio de 2010

Un tallarín

Ayer, mientras miraba el frío cemento que da forma a las bicisendas implementadas por Macri en la capital de nuestro país, me reí para mis adentros pensando que se trata de una iniciativa destinada al fracaso.
Más allá de que haya muchas, muchísimas, muchisísimas otras cuestiones que revisten mayor prioridad, las bicisendas no van a funcionar porque aquí, el automóvil es un fuerte símbolo de estatus.
Lo primero que hace la gente al juntar un pequeño dinero (aunque no tan pequeño, en realidad), es comprarse el auto. Ser un transeúnte es considerado un fracaso. ¿Viajás en bondi, en tren, en subte? Ah, sos un perdedor, no tenés auto.
Calificamos a la gente según el auto que tenga; a sabiendas de esto, vemos cómo los fines de semana la gente pasa horas y horas lavandoló, pasandolé pomadita infinidad de veces, para que el vecino se muera de envidia del autazo que tengo, y él no. Sí, mi casa puede estar cayendosé a pedazos, pero tengo un 0km estacionado en la puerta, así que no necesito más.
"Más vale adefesio en auto que galán a pata", reza el viejo adagio surgido de las entrañas del ser nacional. Cuántas veces habré escuchado a colegas, luchadores de la vida, quejandosé desconsoladamente porque iban a morir solteros y vírgenes por no tener auto. ¿Estamos todos locos?
No voy a citar al ejemplo de Holanda, ni de nadie. No me importa. Es asunto nuestro ver cómo salimos de nuestra mediocre estrechez mental y dejamos de ser a través de nuestras posesiones. Porque, y espero no contrariar a ninguna ciencia humana con esto, tener el auto enorme no te hace tenerla más grande.

lunes, 26 de julio de 2010

Tengo un tallarín

Hoy en lo de un amigo tuve acceso a un increíble adelanto tecnológico.
Resulta que el joven en cuestión tiene un televisor, de una marca japonesa, pantalla de 29 pulgadas, de tubo de rayos catódicos. Hasta ahí todo normal.
Lo maravilloso sucedió al apretar el botón de subir el sonido. La escala de volumen, en vez de aparecer abajo de todo, estaba en la parte superior de la pantalla, así que no tapaba los subtítulos. ¡Bravo!

jueves, 22 de julio de 2010

Que se mueve por aquí



Una película con la que Estalón robó durante años y años, y gracias a la cual pudo terminar de pagar las cuotas de la licuadora, que no eran tan accesibles allá por los '80. Pese a todo, aportó varias escenas memorables a la historia.
Además, bajando a la vida cotidiana, puede resultar muy útil. Si ponés a sonar la canción Gonna Fly Now mientras hacés algo trivial como lavar los platos, se convierte en una heroica y sacrificada acción que te llena de orgullo y te hace creer que nadie puede derrotarte. Posta, probalo, es una masaaaa.

domingo, 18 de julio de 2010

Que se mueve por allá

Perdón por cometer la irreverencia de aludir a la Guerra de Malvinas un día que no es 2 de abril (o, en menor medida, 10 de junio).
Pero a veces surge la necesidad de tener en cuenta a estos hombres, a los caídos, que ya no están, y a los que están, pero nadie les da bola.
A todos aquellos que entonces fueron a cagarse de frío, algunos voluntariamente y otros por obligación, a ser basureados por un energúmeno con un ranguito apenas superior, a juntar los cadáveres de sus compañeros, y también los que fueron movilizados y estuvieron hasta último momento cortando clavos viendo si cruzaban o no a las islas.
A todos aquellos que hoy, lisiados, con problemas psicológicos, encuentran obstáculos a diario para moverse en una sociedad que no los maltrata, sino algo peor: los ignora. Y los que fueron llevados al Sur, soportando también tremendas penurias, sufren la indiferencia del Gobierno y el maltrato de otros veteranos.
¿Vos te acordás de ellos?

sábado, 17 de julio de 2010

Todo pegoteado

Hay pocas cosas más contraproducentes que abrir o cerrar despacio una puerta para no hacer ruido.

lunes, 12 de julio de 2010

Con un poco de aceite

No. Al final no se cumplió la profecía mágica que expedí en esta página hace cerca de un mes. De hecho, sucedió todo lo contrario. Quizá mi habilidad profética consista en eso, entonces: pronosticar las cosas al revés.
Es buen momento para cerrar esta etapa de mi vida que se dio en llamar "Sudáfrica 2010". 64 partidos, de los cuales vi alrededor de 50 gracias a mi abundante tiempo al pedo.
Buenas y malas, ilusiones y decepciones. Fui feliz al ver eliminado a Italia, seguí con entusiasmo las campañas uruguaya y paraguaya y, como todos, puteé a Angela Merkel cuando festejaba los goles de Alemania.
Poco que decir de Argentina, tal como sucede a nivel de clubes, nos falta un programa, una idea global de juego, algo que esté por encima de los nombres y que por más que cambien los entrenadores o los jugadores el proceso sea el mismo y se continúe en la misma senda. Hasta hoy, cada entrenador hacía borrón y cuenta nueva, mezclando las cartas y barajando de nuevo. Veremos qué pasa de acá en más. De todas maneras, es fútbol muchachos, nada más. No es para tanto.
En esa línea, creo que sí acerté con uno de mis pronósticos: el periodismo deportivo estuvo innnnsoportable y me costó mucho evitarlo por más que intenté. Por suerte, vi la mayoría de los partidos en Canal 7 con los comentarios del Enzo, un tipo que cada día me cae mejor. Pero en los que solamente televisaba Telefé tuve que fumarme a ese detestable ser que me resulta Niembro, con esos comentarios que intentan ser sagaces pero lo vuelven un pedante de primera línea. Y ni hablar de los programas de cualquier tema que se subieron a la fulbomanía, rompiendo las pelotas con el Pulpo Paul (quizá lo digo de envidia porque acertó más que yo) o hablando de a qué jugador le queda más linda la camiseta apretadita.
Pero todo concluye al fin, nada puede escapar, y es así como se nos va otro Campionato Mondiale, y ya no sabemos qué hacer cuando prendemos la tele. Ojalá Telefé empiece a pasar Los Simpson las 24 horas hasta que vuelva el balompié local, y volvamos a estupidizarnos detrás de una pelota para así poder dar un mejor sinsentido a nuestras vidas. Un saludo a mi mamá que me está mirando.

viernes, 9 de julio de 2010

Con un poco de sal

Estoy francamente podrido del abuso de los eufemismos en este mundo de hoy.
¿Cuál es el problema de decir "aborigen"? ¿es un insulto? ¿no es más fácil que decir "pueblos originarios"?
Otra bastante recurrente es decir "gente de color". Jamás supe de ningún negro que se ofendiese por llamarlo así, "negro". Si algún imbécil le da connotación negativa, allá él, pero es una cuestión simplemente nominal. Además, ¿qué pasaría con, por ejemplo, Celeste Cid? ¿sería "gente sin color"?
La mayoría de los eufemismos son más largos y complicados... ¿para qué decir "privado de su libertad" cuando queda tan cómodo decir "preso"? "Oh, Carlitos es no vidente". No, vieja, Carlitos es ciego.
Párrafo aparte para los utilizados en la política: "crecimiento negativo" para decir que estamos retrocediendo, o "reacomodamiento de precios" en vez de "inflación de puta madre".
Como siempre que hago estas boludeces, no es algo taxativo, sino que hay muchísimas más que en este momento no se me ocurren. Pero basta, hagamos lo que nos instaba a hacer aquella publicidad: las cosas como son.

martes, 6 de julio de 2010

Te lo comes tú

Hay gente que siempre tiene la misma foto de perfil en el feisbuc, gente que nunca cambia la fotito del msn, y gente que usa el miiiiismo nick desde hace ocho años.
Por otro lado, hay verdaderos ciberinquietos, que se cambian a cada rato la foto de perfil, se hacen mails nuevos todo el tiempo, se compran un celular todos los 6 de noviembre y te llenan la casilla con mensajes sobre su cambio de número.
Como dijo Gary Coleman: "ya no quedan grises".

viernes, 2 de julio de 2010

Y sales a bailar


¿Soy el único pibe de mi edad que se acuerda del billete de un peso?