Te vi apenas subiste. Morocha, con el pelo lacio sobre los hombros, nariz perfecta. Los aritos de perla, que te dan un aire angelical, pero también el vestidito blanco, que deja ver esas piernas talladas a mano.
Te sentaste al lado del tipo ese. Desde acá, de al lado de la puerta, te miro. Vos cada tanto me mirás, pero no me comés con los ojos como te como yo. Me mirás, sí, como mirás a cualquiera de los que están en el subte.
Te sigo mirando, hipnotizado, casi obsesivo. Vos, indiferente, con la vista perdida, colgando los ojos en la pared negra de afuera, que se mueve rapidísimo.
Sos linda hasta para decirle que no al que vende cds. El movimiento de tu pelo cuando giraste la cabeza, tus pestañas larguísimas, tu boca ideal.
¿Cómo te llamarás? ¿Celeste, Florencia? Camila, tenés cara de Camila. Y yo soy tan tarado que me voy a quedar con que te llamás Camila y no te voy a preguntar tu nombre. Es que me intimidás, una chica como vos no se va a fijar en un flaco que la mira embelesado en el subte, como si fuera su única misión en la vida.
Pero ahora me miraste. Me miraste, y te levantaste. Te levantaste, y venís caminando hacia mí. Sí. Yo sonrío, embobado, mientras vos seguís avanzando. Te parás al lado mío. El corazón me va a saltar del pecho. Es increíble: de cerca sos todavía más linda. Seguís al lado mío, justo frente a la puerta.
Justo frente a la puerta. No, no. El subte frena, se abren las puertas, no te bajes, no te bajes. Te bajás. Te bajaste y te fuiste de mi vida; no puedo hacer más que seguirte con la vista mientras te perdés entre la gente, y lo nuestro se termina. Para siempre.
parece la letra de you are beautiful de james blunt dicha en argentino.
ResponderEliminaresa es otra historia, que comienza con un "Che James, mirá el cuento que escribí..."
ResponderEliminary nunca más volvió a hablarme
Nanana excelente relato, muy atrapante, a mi tmb me suelen pasar ese tipo de cosas en el subte.
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