lunes, 30 de julio de 2018

La Plata es una ciudad hecha de sueños, desde aquel loco que la soñó en medio de estas pampas para cumplir su sueño de ser presidente. Alberga los sueños de los albañiles italianos y de los masones que le dieron forma. Los sueños de los nacidos y criados y de los que vinieron a estudiar. Los de aquellos que sueñan con hacerla más y más linda, de los que se sueñan caminando sus empedrados siendo viejitos y de los que la extrañan desde los rincones del mundo adonde los llevaron sus sueños.

viernes, 27 de julio de 2018

Iba a dar vuelta la ciudad

Así como muchas cosas hoy funcionan a base de "reviews" o comentarios de usuarios anteriores, pensé en cómo sería un sistema de referencias de exparejas.
Cada cual tendría una especie de perfil donde sus sucesivas parejas (ya sean algo largo o una breve aventura) puedan dejar comentarios o algún puntaje sobre la persona.
Podrían ser cosas como "es una persona tierna y atenta a mis necesidades emocionales", "no baja la tapa del inodoro" o "siempre llega tarde". En casos más profundos, podrían alertar sobre personas violentas, costumbres negativas para con los demás y sus formas de relacionarse.
¿Funcionaría algo así? ¿Le prestarías atención a las revisiones sobre la persona que acabás de conocer o preferirías vivir tu propia experiencia? ¿Qué creés que escribirían sobre vos?

domingo, 8 de julio de 2018

De película: en Australia, un cine centenario bajo las estrellas



Ir al cine en otro país siempre es una experiencia enriquecedora. Algo conocido pero que a la vez tiene pequeñas diferencias de acuerdo a la cultura local. Mucho más si vamos al Sun Pictures, el cine a cielo abierto más antiguo y aún en funcionamiento del mundo.

La localidad de Broome, con 14.000 habitantes, es el mayor centro poblado de la región de Kimberley, en el noroeste australiano. Nació a fines del siglo XIX como puerto perlero y pronto atrajo a inmigrantes asiáticos dispuestos a sumergirse en las profundidades para extraer esos blancos tesoros del mar.

La elite de origen británico decidió que necesitaba un entretenimiento para sobrellevar el difícil clima tropical. Así, en diciembre de 1916 se proyectaba Kissing Cup, película muda que inauguraba este cine con capacidad para 500 personas. Parte del recinto estaba bajo techo, pero la mayoría se sentaba bajo las estrellas.

En 2004, Sun Pictures ingresó al Libro Guinness de los Récords por ser el Cine a cielo abierto más antiguo en funcionamiento. Hoy, proyecta dos películas por día y goza de excelente salud.



La estación húmeda de Broome, que va de octubre a marzo, estaba llegando a su fin, pero el aire aún se sentía pesado y el calor sofocaba. En esa época del año, el día se pasa esperando a que anochezca y sea un poco más fácil respirar. De pronto, sonó el teléfono y un mensaje de una compañera de trabajo (donde yo hacía entonces una experiencia de work and holiday) cortó el sopor de la tarde: "¿Vamos al cine?".

Llegamos media hora antes del comienzo de Operación Red Sparrow, con Jennifer Lawrence poniéndole el cuerpo a una espía rusa. Tras la puerta, un pequeño museo daba la bienvenida. De las paredes de chapa canaleta, típicas de Broome, colgaban pósteres de películas clásicas. Proyectores y butacas de tiempos de la fundación completaban el rincón nostálgico.

Unos pasos adelante, el cine. Un terreno largo, de unos 40 metros. Poco menos de la mitad, techados. El resto, a cielo abierto, con los asientos sobre el piso de ladrillos rojos. Al fondo, justo antes de la gran pantalla, un jardín con pasto.



Sun Pictures acompañó las idas y venidas de Broome. Fue testigo de cómo hasta 1967 la segregación racial determinaba quién se sentaba dónde. Los blancos de clase alta se ubicaban en el medio, en sillas con almohadones. Chinos y japoneses detrás, en asientos de madera. Blancos pobres a la izquierda y aborígenes y otros asiáticos a la derecha, tras un cerco.



Cuando Broome fue bombardeada por los japoneses en la Segunda Guerra, el cine fue utilizado por los soldados australianos enviados a defender las costas. Y hasta 1974, las inundaciones por la marea eran algo de todos los días. Un terraplén solucionó el problema y los tiempos de mirar una película con peces nadando entre los pies quedaron atrás.

Era un martes de temporada baja así que la concurrencia no llegaba a las cincuenta personas. Mientras el olor a pochoclo del puestito de comida empezaba a colmar el ambiente, nos sentamos en el pasto, bien cerca de la pantalla. Grave error: el jardín era territorio de los mosquitos y en menos de un minuto ya se habían dado una panzada con nuestra sangre.

Terminamos eligiendo una ubicación por el medio, sin techo. Justo lo que buscábamos. Las butacas eran reposeras de madera con asientos de lona, inclinadas en un ángulo muy cómodo.

La película terminó, algunos aplaudieron (no entiendo por qué la gente hace eso en el cine) y lentamente abandonamos el recinto, felices de disfrutar una película bajo el oscuro cielo de Broome.


https://www.lanacion.com.ar/2150640-en-el-lejano-oeste-de-australia-un-cine-centenario-bajo-las-estrellas

viernes, 6 de julio de 2018

Iván Pavlov no lo sabía, pero su perro también era un científico. El experimento del can consistía en mover la cola y mostrarse contento cada vez que Pavlov ingresaba a la casa. Así, una tarde, se dio cuenta de que el humano ya se ponía contento de antemano al abrir la puerta, pues esperaba su cálido recibimiento: su corazón empezaba a latir con más fuerza y una sonrisa pintaba de felicidad su rostro. Conclusión del perro: Pavlov estaba condicionado.

jueves, 5 de julio de 2018

Same mistake

"Pensábamos que eras gay porque nunca nos apoyás cuando te abrazamos" (2004)