jueves, 30 de agosto de 2018

Me invitaron a una fiesta



Seguramente recordás al Power Ranger verde. Tommy. Sí, el del dragón. Era uno que había llegado más tarde, que no formaba parte del elenco regular, que no compartía todo con les otres cinco.
En los grupos de amigues muchas veces también hay une Power Ranger verde. Es ese que aparece siempre para los cumpleaños y algunas otras juntadas, pero en la mayoría pega el faltazo. ¿Los motivos? Tiene otro grupo en paralelo, vive lejos, trabaja en horarios raros, su pareja no le deja salir... A veces, llega hasta ni siquiera contestar en guasap y clava el visto creyendosé impune. También depende del grupo: hay quienes son Power Ranger verde en uno y azul en otro.
De todas formas, son gente querida porque de alguna manera forman parte y siempre se les sigue invitando, aunque ya parezca una causa perdida.

¿Quién es le Power Ranger verde de tu grupo?
Ojo, porque también podés ser vos.

viernes, 17 de agosto de 2018

De bochas, Jaguares y Pumas

La llegada de Mario Ledesma a Jaguares convirtió a un equipo inconexo y desconcentrado en contendiente en los 'playoffs' del Super Rugby. ¿Tendrá el mismo efecto en Argentina?


Tras la buena actuación de la selección argentina en la Copa del Mundo 2015 disputada en suelo inglés, las expectativas sobre el debut de Jaguares en el Super Rugby al año siguiente eran altísimas. Algunas voces decían que se trataba sencillamente de “Los Pumas con otra camiseta”, lo que le daría un poderío superior frente a equipos de otros países, donde los internacionales se dividen entre varias franquicias. Por ello, estaban destinados a ganar el torneo de punta a punta. Otros, en cambio, pedían cautela.

Pronto, los pronósticos más optimistas comenzaron a desmoronarse por su propio peso. Los interminables viajes descontrolaron los relojes biológicos de los jugadores. El vertiginoso ritmo de juego planteado rifaba la posesión de la pelota y hacía que se estuviera defendiendo la mayoría del tiempo. Las infracciones y las consiguientes tarjetas iban en aumento. Cansancio. Hastío. Cabezas gachas que no encontraban la forma de levantarse. El público, que había acompañado bien en Vélez desde el comienzo, empezó a soltar la mano.

Luego, llegaron las críticas a la actitud. Claro: Argentina, sangre caliente, latina… no cabe en nuestra cabeza jugar simplemente por dinero representando a una fría franquicia. No estaba el amor por la camiseta, la pasión de jugar acompañado por los amigos del club ni la mística del yaguareté en el pecho.

Fueron dos primeros años duros de aprendizaje, adaptación y resultados que no acompañaban. Lo peor: todos estos problemas se trasladaban a Los Pumas. 19 derrotas y 6 victorias fue el saldo post mundial del seleccionado hasta la ventana de noviembre de 2017.

En eso llegó Mario Ledesma, veterano de 84 caps con la celeste y blanca, cuatro mundiales, Puma de Bronce en 2007, diez años jugando en Europa. A su pasado como jugador suma una jugosa carrera con el buzo de entrenador: colaboró con Fabien Galthié en Montpellier y acompañó a Michael Cheika en Stade Français, Waratahs y Wallabies. Un viejo conocedor del adentro con ideas frescas traídas de afuera.

Super Mario puso orden al vértigo que traía Jaguares. Buscó recuperar algunas viejas armas del rugby argentino (aunque la melé sigue en deuda), mejorar la disciplina, crear nuevos liderazgos en el plantel con el cambio de capitanía, ampliar la base de jugadores y, especialmente, generar un nuevo sentido de pertenencia. Rápidamente se reflejó en los resultados: primera clasificación a los playoffs y primera temporada con saldo positivo de victorias (nueve, contra ocho derrotas).



Más allá de los números, lo mejor fue el cómo: se vio a un equipo sólido, con algunas caras nuevas y buenos rendimientos de los que ya estaban. Un grupo que mostró que estaba para algo serio tras la exitosa gira por Oceanía, con victorias bien construidas ante Rebels, Brumbies, Blues y Chiefs; y luego mantuvo su imagen ante el público del Amalfitani, que colmó las gradas como nunca.

Sin embargo, pese al fuerte envión anímico, la ventana de junio de este año fue de mal en peor para este mismo grupo de jugadores vistiendo la camiseta de Los Pumas. Doble caída ante Gales y, tras el anuncio de la renuncia de Daniel Hourcade, la derrota por el mayor margen histórico frente a Escocia.

Esto aceleró la llegada de Ledesma al banquillo de Los Pumas, algo que quizá estaba en mente de la dirigencia para un futuro cercano. En principio conducirá al equipo hasta 2021 y allí se revisará su gestión. El ex talonador planteó los mismos principios para el seleccionado que Jaguares: trabajo y actitud. Pero parece que no le será tan fácil revertir los malos resultados como en la franquicia.

¿Por qué? El Rugby Championship que comienza este fin de semana es un torneo infinitamente más duro e intenso. Se enfrenta a las tres súper potencias del Hemisferio Sur, incluyendo a los por ahora invencibles All Blacks.

Una de las principales diferencias con estos equipos es la base de jugadores. Nueva Zelanda tiene cinco franquicias de donde elegir; Australia, tres; Sudáfrica, cuatro en el Super Rugby, dos en el Pro14, más los jugadores que se desempeñan en Francia e Inglaterra. Mientras tanto, Argentina sólo cuenta con el plantel de Jaguares, más algún europeo que, previa aprobación del Consejo de la UAR, sea pedido por el entrenador ante un caso de fuerza mayor. Para el debut en el torneo, el único convocado por esa vía es el pilar Juan Chipi Figallo, del Saracens inglés.


De esta forma los titulares argentinos llegan con muchos minutos acumulados mientras que los reservas tienen poco rodaje, ya que también son suplentes con la camiseta naranja de la franquicia. He aquí otra diferencia con los rivales: ellos cuentan con mayor calidad en sus banquillos, por eso muchas veces parece que los partidos de Los Pumas se dividen en dos partes. Una, los primeros 55 o 60 minutos, cuando los titulares juegan de igual a igual ante las potencias; y otra, cuando llegan las sustituciones y el equipo queda descompensado.

A corto plazo, la solución parecería ser convocar a todos los que juegan en Europa y listo. Pero no es tan sencillo, porque los clubes están en plena temporada y las negociaciones para liberarlos se ponen duras. Además, sería sólo un parche. El Bocha y su equipo, que cuenta también con Gonzalo Quesada, planean seguir ampliando la base de rugbiers en la órbita de la UAR, darle experiencia a los jóvenes y que nadie tenga el puesto ganado. Pero para eso se necesita tiempo, y los argentinos somos un poco exitistas y queremos resultados ya.

Aunque resulte tentador ilusionarse con la presencia de Ledesma y la posibilidad de un Rugby Championship colmado de victorias y grandes actuaciones, será mejor bajar la vara y poner el foco en armar un plantel completo, con varias opciones por puesto. Porque con sólo 15 buenos titulares será muy probable volverse temprano de Japón el año que viene.


http://www.revistah.org/analisis/bochas-jaguares-pumas/

viernes, 10 de agosto de 2018

Giuda ballerino!



Este edificio sobre la calle Defensa, construido por la vieja Unión Telefónica a finales de la década del 20, posee una hermosa fachada. Sin embargo, al ser la calle tan angosta, no se cuenta con un ángulo propicio para admirarla en todo su esplendor.
¿Puede existir entonces la belleza sin que nadie la aprecie? ¿Dónde radica la belleza? ¿En el elemento apreciado o en la sensibilidad de quien observa?

jueves, 2 de agosto de 2018

¿Era tan difícil?



De pronto, Victoria se aburrió y decidió volver a su casa. Se despidió de sus amigas, salió del boliche y como no tenía plata para un taxi caminó un par de cuadras hasta la parada del bondi.

Hacía mucho frío y las piernas no dejaban de temblarle. ¿Justo esa noche se iba a poner vestido más corto que tenía, ese con la espalda descubierta? Al menos había tomado bastante y eso disimulaba un poco las bajas temperaturas.

Un viejo de aspecto desaliñado y olor a varios días sin una ducha se cruzó de vereda para acercarse a ella.
- ¿Hace mucho esperás el 14? Le preguntó.
- Y, hará veinte minutos...
- Mirá que el primero viene como a las seis de la mañana, eh.

Victoria decidió que no quería esperar tanto y volvió, tambaleándose un poco,  hasta la cuadra del boliche a ver si alguien la podía alcanzar. Le hizo señas a un 207 oscuro que pasaba despacito con la música electrónica sonando fuerte a través de las ventanillas bajas. Tres pibes la saludaron desde adentro.

- Hola, ¿van para el lado de la autopista?
- Sí, dale, te llevamos... subí.

Sin mirar la patente del auto ni prestarles mucha atención a los ocupantes, se sentó atrás y le dio su dirección al que manejaba.

Hicieron todo el camino charlando y riéndose. Los pibes la dejaron en la puerta de la casa y se fueron. Ella entró a su casa, y, sin avisarles a sus amigas que había llegado bien, se desplomó de cansancio sobre su cama.

No, no es tan difícil...