Así soy yo

Mucho se habla sobre cosas lindas de la vida, como escribir un libro, tener un pibe, tirarse en paracaídas, bla bla... pero nada se dice sobre lo hermoso de sacarse los mocos duritos que quedan pegados a la pared interior de la nariz, o esos medio elásticos que cuando los sacás sentís ese tironcito como de que no quieren salir.

Quizá sólo habría un libro

Chicas y chicos, recuerden que hablamos de la autoestima y no el autoestima.
¡Saludos!

Lo mismo que pensás vos

Un armador inglés, durante la II Guerra Mundial, había fletado un mercante de unas cuantas miles de toneladas y en el que había invertido una buena parte de su capital.

Un viernes, cuando se disponía a abandonar su oficina, recibió un telegrama que le contaba que su mercante, con las miles de toneladas de mercancía que transportaba, estaba en ese momento en el fondo del océano, debido a la habilidad de un submarino alemán.

El hombre leyó el telegrama y con parsimonia lo dobló e introdujo en el bolsillo de su gabardina, miró a su secretaria y le dijo:
- Vaya disgusto me voy a dar el lunes. No dejaré que este incidente estropee mi fin de semana.

A un lugar que no conozcas

En mi laburo hay una máquina de café en la cocina. Sobre la máquina, hay un cartel que reza "Por favor, NO correr la máquina hacia atrás".
Pero no dice nada de moverla hacia adelante. Entonces, pensé qué pasaría si alguien la mueve, unos centímetros por día, hacia el frente, hasta que llegue a tapar la puerta. ¡Nadie podría entrar, porque la máquina no se puede mover hacia atrás!
Todo esto, partiendo del supuesto de que la gente va a respetar los carteles.

Dicho por ella misma

Sería loco como experimento social ponerse de acuerdo con un grupo grande de gente, digamos, 200 o 300 personas, e ir a un boliche y hacer algo totalmente inesperado para la situación como sentarse en el piso. ¿Cómo reaccionarían los demás? ¿Mirarían raro? ¿Se sumarían a la sentada colectiva? ¿Seguirían en la suya? ¿Por qué siempre hacemos lo que se espera según el lugar?