Este edificio sobre la calle Defensa, construido por la vieja
Unión Telefónica a finales de la década del 20, posee una hermosa
fachada. Sin embargo, al ser la calle tan angosta, no se cuenta con un
ángulo propicio para admirarla en todo su esplendor.
¿Puede existir
entonces la belleza sin que nadie la aprecie? ¿Dónde radica la belleza?
¿En el elemento apreciado o en la sensibilidad de quien observa?
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