lunes, 22 de febrero de 2010

Santos pasteles de cacahuate

Me produce cierto resquemor toda esta cosa del "Año del Bicentenario". Usado como absoluta cuestión propagandística, ahora todo es del bicentenario; becas, el fondo, la extensión de la línea E del subte, las fábricas de barro a instalarse en todo el sector andino.
No sé si alguien ya lo dijo. Pero me extraña que aún no se haya dicho por ley que todas las publicaciones deben poner, abajo de la fecha, "Año del Bicentenario". Entonces, cuando Clarín se niegue a hacerlo, se procede a su clausura.
¿Quién tenía razón entonces con lo del tiempo? ¿Marx o Borges? ¿Las cosas se repiten a lo largo de la historia? ¿No se repiten? No sé por qué etiqueté esto como "Editoriales", en realidad estoy escribiendo las boludeces que se me vienen a la cabeza en este instante. Y como estoy sentado en mi casa, puteando porque internet anda para el carajo, tampoco puedo ponerlo en eso de "Reflexiones en transporte público".
Volviendo a lo anterior, que ya no sé ni qué era lo anterior, ¿te imaginás cuando Argentina salga campeón del Mundial en Sudáfrica? Van a hacer miles de relaciones entre el patriotismo, los doscientos años del nacimiento de la nación, la superioridad del pueblo argentino sobre las demás patrias de la Tierra. Ni hablar de pasar juntas las imágenes de Diego levantando la copa ahora y en el '86, lo épico que lo van a hacer ver, con un gol en el minuto noventa y tantos de la final, agónico y sufrido. Y lo peor va a ser el pelotudo de Recondo diciendo "uy uy, las coincidencias".
Mmm bueno sin querer lancé mi pronóstico para los próximos cinco, seis meses de nuestro país. Eso, sin contar la inflación que va a seguir disparandosé, la gente festejando que cae nieve sin darse cuenta que es un síntoma del apocalipsis y el rol protagónico de Pedro Troglio en la nueva película de Almodóvar. Ave dixit.

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