- Después que yo, subieron 39 personas.
- Sólo una saludó al chofer, un tipo que le dijo "buenas noches".
- Cuatro le dijeron "por favor" al conductor después de indicarle el valor del boleto.
- Dos cedieron su asiento; a una vieja (que no era taaan vieja, yo no se lo habría dado) y a una embarazada.
Aún así cabe destacar la falta de cortesía del público en general, el desdén por las más básicas normas de convivencia y la desconsideración para con el otro, que son visibles sin recurrir a fríos datos estadísticos.
Bueée, pará, quién só.
No hay comentarios:
Publicar un comentario