viernes, 3 de septiembre de 2010

En la selva montando un monstruo

Sinceramente, el rating siempre significó un misterio en mi vida. ¿Qué carajo era? ¿de dónde carajo venía? ¿Quién carajo lo medía? ¿era necesario utilizar la palabra carajo en todas mis preguntas?
Ahora recuerdo un programa que conducía Néstor Ibarra, llamado Recursos Humanos. Allí, una empresa ofrecía un trabajo, y dos participantes se postulaban, respondiendo preguntas y demostrando sus capacidades. La verdad, el programa era un embole desde lo televisivo. Sin embargo, me parecía tan noble su propósito, que muchas veces lo sintonizaba y me iba a hacer otra cosa, pero dejaba el televisor prendido para darle rating y que el programa siguiera.
Siempre fui un niño con empatía y reparo en el prójimo; sólo que aquella vez no conté con el demonio del rating.

2 comentarios:

  1. odio el tema del rating, siempre ganan los programas mas boludos ¬¬
    beso

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  2. La palabra carajo me gusta.
    ;)

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