domingo, 19 de septiembre de 2010

Ventanja naranja

¿Cómo puede ser que la hija de puta que estaba adelante mío en la cola de la caja de los chinos pagara 11 mangos y pico con monedas de 25 centavos? ¿y que su colega en la hijaputez, la cajera, se pusiera a contarlas con la parsimonia de un monje? ¿ya lo puedo decir, o faltan más pruebas? No, ya está, lo digo: el mundo está complotado en mi contra.

1 comentario:

  1. ¡¿De dónde mierda sacó tantas monedas?! ¿No viaja en bondi, la muy argolluda? Ajjjj ¡que le corten la cabeza!

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