martes, 17 de noviembre de 2009

Bárbaros, las ideas no se matan

Seguramente muchos de ustedes hayan oído, leído o palpado algo sobre un complot de la colectividad judía para conquistar el mundo. Bueno, sabemos que es mentira, ya lo habrían hecho si quisieran: están todo el tiempo en la tele, controlando lo que vemos, dandonós las noticias, relatando los partidos de nuestro equipo. Pero no vine aquí a hablar de los Samueles, de los Davides ni de los Abrahames, no.
El equipo de Ave Investiga (gente al pedo financiada por no sabemos quién), halló unos documentos que detallan ciertas reuniones llevadas a cabo en la ciudad de Copiapó, en la vecina República de Chile. Estos archivos, denominados justamente "Los protocolos de los sabios de Copiapó", son prueba fiel de que existe un verdadero complot de parte del pueblo chileno para apoderarse de la Argentina.
A modo de primicia, el peculiar descubrimiento se irá publicando por etapas en este medio, dando a conocer los distintos aspectos sociales, culturales y territoriales en que esta logia secreta pretende invadir nuestro país y destruirnos.
En la entrega de hoy:

Alianzas Matrimoniales
Los sabios de Copiapó enviaron a algunos de sus compatriotas a casarse con destacadas personalidades argentinas a fin de usar ese vínculo en provecho de la causa. La convivencia permitiría ayudarlos a conocer más sobre nuestras costumbres, y darles la posibilidad de un leve adoctrinamiento diario para el cónyuge.
Uno de los casos más resonantes fue el del casamiento de la ex Miss Universo Cecilia Bolocco (mejor ni pensar cómo llegó a ese galardón) con el miembro de nuestra aristocracia y ex gobernante Carlos Saúl I. No contenta con eso, lo obligó a mezclar sus materiales genéticos para engendrar un hijo, a quien utilizaría como medio para llevar a cabo la chilenización del ex mandatario.
Otro ejemplo es la unión entre el vecino trasandino Benjamín Vicuña con nuestra modelo local Carolina "Pampita" Ardohain. ¡Justo ella, el símbolo nacional, "la morocha argentina"! Una modelo que representa más el ser nacional que esas sajonas de Nicole Neumann o Ingrid Grudke, que hasta nombres extranjeros tienen. Pampita era nuestra, era del pueblo, y se la llevaron ellos. ¿Ven? Eso es el complot.
Próximamente les traeremos más sobre esta conspiración de este país satélite de los Estados Unidos para con nosotros.

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